Claves para Ayudar a los Alumnos
La etapa escolar es un momento clave en el desarrollo de niños y adolescentes, donde se detectan fortalezas y, en algunos casos, dificultades que pueden impactar en su rendimiento académico, emocional y social. La detección temprana de posibles problemas es esencial para ofrecerles el apoyo necesario y adaptar las estrategias pedagógicas a sus necesidades individuales.
¿Por qué es importante detectar dificultades a tiempo?
Detectar de forma temprana las dificultades en los alumnos no solo mejora su rendimiento académico, sino que también previene el desarrollo de problemas secundarios, como la baja autoestima o el rechazo social. Algunos indicadores de alerta en el aula pueden incluir:
• Dificultades para mantener la atención y completar tareas.
• Problemas en la lectura, escritura o cálculo.
• Cambios en el comportamiento, como desmotivación o aislamiento.
Estas señales pueden estar asociadas a trastornos como el TDAH, dislexia o problemas emocionales, familiares, trastornos del aprendizaje, etc. pero también pueden ser respuestas a factores contextuales o metodológicos. Por ello, contar con una evaluación diagnóstica profesional y precisa es crucial para diferenciar entre dificultades transitorias y trastornos reales.
El papel de las pruebas diagnósticas y los profesionales cualificados
La calidad de las pruebas diagnósticas y la formación de los profesionales que las aplican son determinantes para garantizar un diagnóstico adecuado. Las evaluaciones realizadas por psicólogos especializados permiten obtener un perfil detallado de las necesidades del alumno, evitando tanto el infradiagnóstico como el sobrediagnóstico.
Un diagnóstico incorrecto puede generar intervenciones inadecuadas o innecesarias, lo que puede impactar negativamente en el bienestar del niño y en la dinámica del aula. Por ello, es fundamental:
• Utilizar herramientas validadas científicamente adaptadas a la edad y características del alumno.
• Contar con profesionales cualificados, que integren los resultados de las pruebas con entrevistas a los docentes y familias y observaciones.
En los centros escolares, es común identificar una variedad de trastornos y dificultades que pueden influir en el aprendizaje, el comportamiento y el desarrollo social de los alumnos. Estos son algunos de los más frecuentes:
1. Trastornos del Aprendizaje
• Dislexia: Dificultad específica en la lectura que afecta la precisión, velocidad y comprensión.
• Discalculia: Problemas específicos en el aprendizaje y manejo de conceptos matemáticos.
• Disgrafía: Dificultad en la escritura que afecta la claridad, coherencia y ortografía.
2. Trastornos del Neurodesarrollo
• Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH): Se caracteriza por inatención, hiperactividad e impulsividad, lo que dificulta el rendimiento académico y las relaciones sociales.
• Trastorno del Espectro Autista (TEA): Afecta la comunicación, la interacción social y la flexibilidad de pensamiento y comportamiento.
3. Dificultades Emocionales y Conductuales
• Trastornos de Ansiedad: Incluyen la ansiedad generalizada, el trastorno de ansiedad social y las fobias, que pueden afectar la concentración y el rendimiento.
• Depresión Infantil: Dificultades emocionales que impactan el estado de ánimo, la energía y el interés en actividades escolares.
• Trastorno Negativista Desafiante (TND): Conductas desafiantes, hostiles y negativistas hacia figuras de autoridad.
4. Problemas de Comunicación y Lenguaje
• Trastornos del Lenguaje (TEL): Dificultades en la comprensión y producción del lenguaje hablado.
• Retrasos en el Desarrollo del Lenguaje: Problemas en la adquisición de habilidades lingüísticas en las primeras etapas escolares.
5. Dificultades Sociales
• Habilidades Sociales Deficientes: Problemas para interactuar con compañeros y establecer relaciones positivas.
• Acoso Escolar (Bullying): Impacta emocionalmente a los niños que son víctimas y, a menudo, está relacionado con otras dificultades subyacentes.
6. Altas Capacidades y Superdotación
• Aunque a menudo se asocian con un buen rendimiento, los niños con altas capacidades pueden experimentar aburrimiento, desmotivación y problemas sociales si no reciben la atención adecuada.
7. Trastornos Psicosomáticos
• Problemas relacionados con el estrés: Dolores de cabeza, dolores abdominales o problemas de sueño que a menudo son reflejo de conflictos emocionales o sociales en el entorno escolar.
La detección y el abordaje temprano de estas dificultades no solo mejora el rendimiento académico, sino que también favorece el desarrollo emocional y social de los alumnos. Los profesionales de la psicología sanitaria, en colaboración con el personal docente, desempeñan un papel fundamental para identificar estas problemáticas y diseñar estrategias personalizadas que permitan a cada niño alcanzar su máximo potencial.
Señales de alerta en el aula
Los docentes juegan un papel clave en la detección temprana de dificultades neuropsicológicas. Algunas señales que pueden indicar la necesidad de una evaluación son:
• Dificultades en la lectura y escritura: Omisión, inversión o sustitución de letras y palabras, lectura lenta y con esfuerzo, dificultades para comprender textos.
• Problemas en el razonamiento matemático: Dificultad para reconocer números, realizar operaciones básicas, comprender problemas matemáticos o manejar el tiempo y el dinero.
• Déficits atencionales: Dificultad para concentrarse en actividades, distraibilidad excesiva, impulsividad o problemas para seguir instrucciones.
• Alteraciones en la memoria: Dificultades para recordar información recientemente aprendida, seguir secuencias o retener instrucciones.
• Dificultades socioemocionales: Problemas para regular emociones, baja tolerancia a la frustración, aislamiento social o conflictos frecuentes con compañeros. Ansiedad, apatía sin una clara, cambios repentinos del estado de ánimo o conducta social.
• Problemas en la motricidad: Torpeza en movimientos finos o gruesos, dificultad para abotonar, recortar, escribir o realizar actividades deportivas
Recomendaciones para los docentes
Ante la sospecha de dificultades neuropsicológicas en un estudiante, es fundamental:
1. Registrar y documentar las observaciones: Llevar un registro detallado de las dificultades presentadas.
2. Dialogar con las familias: Informar a los padres sobre las observaciones y recomendar la consulta con un profesional especializado.
3. Adaptar las estrategias de enseñanza: Implementar metodologías personalizadas que favorezcan el aprendizaje del estudiante.
4. Fomentar un ambiente inclusivo: Evitar la estigmatización y promover la integración del estudiante en el aula.
5. Trabajar en conjunto con especialistas: Coordinar acciones con psicólogos, neuropsicólogos y terapeutas para diseñar un plan de intervención adecuado.
¿Por qué es importante una evaluación neuropsicológica?
Una evaluación neuropsicológica bien realizada proporciona información clave sobre el funcionamiento del cerebro y su impacto en las habilidades académicas y socioemocionales. Entre sus principales beneficios se encuentran:
• Detección temprana de dificultades: Permite identificar alteraciones en funciones cognitivas como la memoria, la atención, el lenguaje y las habilidades matemáticas.
• Diseño de estrategias de intervención: Facilita la planificación de adaptaciones y metodologías específicas para mejorar el rendimiento del estudiante.
• Orientación a docentes y familias: Proporciona pautas para comprender mejor las necesidades del niño o adolescente y fomentar su desarrollo integral.
• Prevención del fracaso escolar: Al identificar dificultades a tiempo, se pueden implementar estrategias que eviten la desmotivación y el bajo desempeño académico.
Garantizar una educación adaptada a las necesidades de cada estudiante es una responsabilidad compartida. Con un enfoque integral y el apoyo adecuado, podemos proporcionar a los niños y adolescentes las herramientas necesarias para alcanzar su máximo potencial y desenvolverse con éxito en su vida académica y personal.
Ana Menchero Escudero
Psicóloga Sanitaria y Educativa
Nº Colegiado: M40432





